Sonetillo al Angelus de Millet
¿Calabazas o sandías?
¿Qué sembraban, qué araban?
En sus mentes, ¿qué tenían
los esposos que rezaban?
¿Qué faltaba a su alegría
que tan serios se inspiraban?
Un fulgente mediodía
un paisaje que aclaraba...
...Y dejaron su faena,
se pararon frente a frente
e inclinaron su cabeza...
¿Será aquello alguna pena?
La verdad, su hijo Pepe,
se volvió una berenjena...
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